martes, 8 de mayo de 2012

SOLO PARA EMPRENDEDORES

¿Alguna vez ha sentido que tiene dentro de su corazón una llama que lo incita a crear su empresa y ésta no quiere desaparecer? Entonces siga leyendo, porque éste artículo es recomendado para personas como usted.

Ser un empresario significa comprometerse con una relación seria, aunque no lo acompañe en las noches ni le prepare esa cena deliciosa que tanto le gusta, sí puede convertirse en el amor de su vida.

Para tener un negocio exitoso primero debe estar seguro de poseer un espíritu empresarial. Para esto defina lo que le gusta, investigue las nuevas tendencias y la industria en la que se va a desempeñar, fije metas a corto, mediano y largo plazo, analice la competencia, haga un plan de negocios, y eso sí, nunca se olvide de actuar con ética y responsabilidad.

De igual manera, aproveche sus recursos como el computador, compre revistas del medio empresarial y consiga una red de contactos que luego le servirán como consejeros y mentores, ellos le pueden aportar a su negocio, si cree en usted y quiere ayudarlo, escójalo que la experiencia y los conocimientos que le hacen falta él con mucho gusto se los compartirá.

¿Le asusta pensar en las desventajas de ser un empresario joven? Pues quiero contarle que no las hay, la juventud es su mayor fortaleza, aunque no puede ir tan rápido porque hay una que otra desventaja evidente, como la falta de credibilidad y experiencia, la inmadurez, la falta de liderazgo, el aislamiento y la soledad.

Sin embargo, todas estas se pueden solucionar con una buena presentación personal que lo haga ver mayor y el uso adecuando del lenguaje que pueden ayudarlo a evitar una imagen de “niño” que quiere una empresa como pasatiempo. Además de esto, según Melliger, “si uno cree un ciento por ciento en uno mismo y su producto, los demás terminarán por creer en uno también”, es decir, si usted da la impresión de confianza a sí mismos sin pasar la línea que lo lleva a la arrogancia, les demuestra a los demás que está decidido a triunfar.

Cuando se es joven, no se teme al fracaso y si sucede, no se le acabará la vida porque seguirá siendo joven para emprender otro proyecto en el que no repetirá de nuevo los mismos errores.

Por último quiero hacerle dos recomendaciones: la primera que no se olvide de la vida que tiene aparte de la vida empresarial, esta le puede llevar a perder su familia, sus amigos y su salud en el futuro. Y la segunda, que lea el libro de Jennifer Kushell “Sólo para emprendedores” donde la exitosa empresaria joven con cuidadosos consejos podrá mostrarle cómo transformar su gran idea en un negocio próspero y que además le servirán de apoyo cuando no sepa que hacer. 

Diana Vaca

Estudiante de Emprendimiento y Desarrollo Empresarial del Politécnico Internacional

Fundadora de AgendArte

agendartecolombia@hotmail.com

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